El tema de los portadores de verdad, es un tópico de gran importancia dentro de la lógica moderna, el tratar de hacer una posible aportación al tema es tarea ardua, por lo cual tengo que hacer la oportuna aclaración de que no creo poder proveer una aportación seria al tema, puesto que considero que hacerla es tarea mínima de varios meses, mas tratare de exponer algunas ideas que se me presentan al tratar el tema, haciendo la acotación de que mi uso de ciertos conceptos tales como: proposición, oración, enunciado, no los tengo del todo discernidos el uno de los otros.
Al parecer habría que notar y hacer destacar el por qué de la importancia del tema, ya que, creo, podría haber gente que no lo note o que si lo nota tal vez cree que es absurdo el hecho de estar pensando o divagando acerca de los portadores de verdad; la importancia radica, creo, en el cómo una oración me puede proporcionar una información certera acerca de su contenido me parece muy importante, ya que tenemos que aprender a distinguir lo que la oración a tratar esté significando o no lo este haciendo; tenemos que aprender a comprender lo que estamos leyendo, escuchando o expresando, sobre todo a expresar las cosas de tal forma que sea lógicamente posible deducir de ello algo que me quiera denotar algo y que me este proporcionando un valor veritativo.
La forma en la que se trata de resolver el problema de cómo las oraciones o proposiciones nos pueden aportar o no verdad es muy buena, pero creo que tengo un problema a la hora de querer hacer lo mismo ya no solo con oraciones, sino con diálogos enteros o por ejemplo cuando metemos en un dialogo una suposición, ya que por lo menos una suposición a mi parecer puede ser verdadera o falsa aunque no tenga denotación alguna actual o presente, como si dijera ‘si hubiera rey en Francia, seria sabio’, ya que la oración podría tener argumentos respaldándola como mera suposición que podría ser verdadera, falsa o probable. Al igual que digo lo pasado creo que la oración ‘el actual rey de Francia es sabio’ tiene valor de verdad o falsedad, ya que como hace Strawson en un ejemplo que hace de ciertos enunciados que contienen descripciones vacías, aunque el rey de Francia no exista en la actualidad y no tenga ninguna posible denotación, puede tratarse de un engaño por parte del emisor de tal enunciado, el cual emite esa oración aun sabiendo que es incorrecto tan solo el hecho de hacer tal enunciado, más sin embargo lo formula con pretensiones de engañar a alguien y al plantear ese enunciado ‘el rey de Francia es sabio’ lo que una persona le podría objetar, a mi parecer, es no señor disculpe pero ese enunciado es falso o bien su afirmación es incorrecta; es falso por que el enunciado no me denota nada, e incorrecta la afirmación porque del mundo actual no hay ningún hecho o denotación que me haga pensar que existe un rey de Francia en la actualidad. Creo que también es importante ver el hecho de cómo y con que fin se hacen los enunciados, ya que es meramente primordial y a la vez creo que hay que hacer una mejor definición de lo que es correcto, incorrecto, falso y verdadero, ya que se puede caer en el hecho de decir que cualquier enunciado que teníamos como falso, esta formulado incorrectamente; como si dijéramos ‘el papa es de tez morena’, según Strawson podríamos decirle al emisor de tal enunciado que la formulación de tal enunciado es incorrecta, pero el hecho en el que se basa el criterio para hablar de lo correcto es en el hecho de que exista el sujeto de que se habla en la vida actual, pero si estuviéramos hablando de esta oración hace 2 años, tal vez bajo los criterios de Strawson se habría dicho que tal enunciado era falso, pero creo que también se podría usar aun ahí el termino incorrecto, ya que se puede decir que el predicado que se le atribuía al sujeto ‘el papa’ estaba siendo atribuido incorrectamente, ya que haciendo uso de Aristóteles se dice que de la vida aprendemos a unir las cosas que van unidas y a separar las que van separadas y en base a esto definiríamos lo correcto de lo incorrecto.
Otro problema que creo importante tratar es el problema del porque solo abordamos enunciados en modo indicativo, creo que debemos de dar apertura a la problematizacion de enunciados en otros tiempos o en otros modos puesto que nuestra forma de expresarnos no siempre es en modo indicativo, y el hacer un análisis en el que solo importa el modo indicativo me parece en cierto aspecto limitante ya que entonces para poder comunicarnos lógicamente bien tendríamos que cambiar todo nuestro lenguaje cotidiano. También creo importante hacer notar el problema de situar espacio-temporalmente cierta oraciones ya que, suponiendo, podríamos estar leyendo algún libro de cierto autor francés del siglo XIV en el cual el enuncia ‘nuestro rey es un sabio’ lo que seria lo mismo decir ‘el rey de Francia es sabio’ y no por el hecho de que no tenga denotación actual esa oración pierde su valor, sino que al contrario, esa oración tiene un valor veritativo y es gracias a la ubicación temporal y al poderla ubicar dentro de su contexto que esa oración tiene, por decirlo así, denotación histórica, no actual. El tomar en cuenta otros tiempos aparte del presente abriría los valores de ciertas oraciones, ya que se podría trabajar dentro de una lógica modal en la cual aparte del mundo presente existen otros mundos pasados en los cuales el valor de un enunciado tal como ‘el rey de Francia es sabio’ tendría no solo denotación sino también valor de verdad o falsedad. Me parece bastante interesante, también, el que pasaría si al poner ciertos enunciados tal como ‘el rey de Inglaterra es inteligente’ se tratara de trabajar con una lógica borrosa, ya que el enunciado solo tendría valor de verdad en cierto contexto o en cierta ubicación, debido a que dependería de los sujetos en base y junto a los cuales el sujeto esta siendo evaluado y calificado como sabio.
La tipica musa de escritor...
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Y de repente llegó, sin avisos previos y sin tapujo alguno él, muy cómodo
se instaló, arrastró las sábanas, las almohadas y hasta el colchón. Yo
jamás me ...
Hace 10 años
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